miércoles, 19 de noviembre de 2014

Salvajes

Salvajes


Un beso robado en sus labios. Ya llevaba tiempo mirándolos y sabiendo que me gritaban que los mordiera. Creo que no es atracción, ni química lo que nos atrae. Nuestros mundos son muy distintos. Yo del infierno y ella una soldado de los celestiales. No me importa que su labio comience a sangrar por mi pasión. La lujuria es una dama con modales pero salvaje. Ella me abofetea y me estampa en la pared y me quita la chaqueta. Me besa intentando igualar nuestras fuerzas. Luego para y me vuelve a abofetear. La miro con el ceño fruncido y le golpeo. Me da un cabezazo y me tira al suelo.
- ¿Quieres jugar?
- Nunca te daré lo que buscas. – Me contestó la valkiria.
Me puse en pie y me lanzo a ella, derribándola y tirando la lamparita que había en la mesa del pasillo. Los cristales se le clavan en las manos y sonrío. Su cara era una mezcla de ira y fuego. se puso en pie y se arrancó una de las esquirlas de porcelana de su palma. Me la lanzó a la cara y corrió hacia mí. Saltó y con sus dos pies me golpeó en el pecho y salí disparado cayendo sobre la mesa del salón. Ya no volveré a poder comer allí. Se puso sobre mí y me volvió a besar. Ahora fui yo quien le quitó la camisa, en realidad de la arranqué haciendo que los botones salieran por los aires. Le apreté sus pechos y alzó un pequeño grito de dolor. Sacó de su bota un pequeño cuchillo y me rajó la camiseta. Por un momento creí que me iba a desollar como un conejo. Le agarré de la muñeca para precaver un ataque y ella al parecer no le gustó. Puso su rodilla en mi pecho e intentaba ahogarme. La quité de encima con dándole un puñetazo en la cara y me puse en pie. Esto no había acabado.
Se puso en guardia y la imité. Unas sonrisas y nuestras miradas. Dos animales dispuestos y predestinados a estar separados y sin poder resistir que nuestros cuerpos pida el placer del otro.
Me llevé la mano a la espalda pero no encontré mi revolver. Ella me lo había quitado y me estaba apuntando. Vi como giraba el tambor y como la bala salía del cañón para agujerearme. Salté a un lado y el relleno del sofá volaba. Gastó toda la recámara y corrí a por ella. Tenía unas horribles ganas de matarla y de ensartarla con mi miembro. La agarré del pelo y la estampé contra la pared. Su nariz sangraba dejando la marca en el yeso. Le di la vuelta y agarrándola del cuello, le deslicé mi lengua por la cara hasta el lóbulo de su oreja. Sentí su mano desabrochándome el botón del pantalón y los dejó caer a mis pies. Me agaché para hacer lo mismo con mi boca pero a cambio recibí un rodillazo. El sabor a hierro inundaba mi boca. No me importó pues conseguí que su vaquero quede en la tarima y pude ver su lencería oscura. Menudo cuerpo, por algo era celestial…
Me empujó con su pie clavando el tacón de su bota en mi pecho. Caí, sentándome en el suelo y ella se lanzó. Me di un buen golpe en la cabeza contra la pared y su lengua bailaba con la mía. Giramos en el suelo, tirándonos del pelo y mordiéndonos. Con cada marca en mi cuerpo que me hacía más fuego había entre nosotros. Bofetadas, codazos y patadas, nada era con delicadeza. Nuestras bocas intercambiaban nuestras salivas con plasma. Girar sin parar. El suelo no era suficiente para nosotros y la pared fue nuestro nuevo mundo y conquistado ese seguimos en el techo. La lámpara cayó al suelo y nosotros gemíamos como bueyes en celo. Con cada envestida perdía parte de la escayola de mi reducido apartamento.
Estaba a punto de terminar cuando ella me golpeaba con el puño cerrado en el pecho y cara. Caímos al suelo y la empotré contra la barra de la cocina. Allí de espalda lo tendría más difícil.
Acostados en la alfombra, mirando hacia arriba, intentábamos recobrar la respiración. Nuestras heridas aun sangraban y nuestros cuerpos desnudos intentaban recobrar su temperatura original y así dejar de sudar.
- Creo que tendré que redecorar el apartamento.- dije viendo nuestro destrozo.
- Te odio. – Contestó la inspectora.

- ¿Echamos otro?- Su mirada me confirmó que también lo deseaba.

2 comentarios:

  1. Espero no cruzarme con ninguna chica como esa jamás, ¡no le duraría ni medio asalto!

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  2. Me ha encantado!! Sexo salvaje!! Pena que Balam no sea real jajajaja 😋 Dos animales dispuestos y predestinados a estar separados y sin poder resistir que nuestros cuerpos pida el placer del otro.

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