miércoles, 20 de diciembre de 2017

6años tenía cuando la orden de la luz me separó de mi familia. Tenía el brillo en los ojos que me enlazaba con el divino y nuestro líder, Oráculo, me adoptó y me enseño. Pero esa vida me la eligieron sin preguntarme y yo preferí, cuando probé el suave tacto terciopelado del pecho de una mujer que mu vida debía ser diferente. No tendría más de 15 años cuando a los días de congregarme como moje rojo me sentencian al destierro por separarme de los votos por desovediente.
Mi rumbo estaba perdido y la guerra de Nivenia contra Lagaser retumbó en los cuatro puntos del mapa. Y Sevi como tamborilero en las tropas de thir a favor de Lagaser.

Hija de arquero y con un sueño más a haya de la armería familiar. Me jure a mi misma que debía ser la mejor soldado de mi tierra y por ello entrena en las cuadras de mi casa, con las armas que fabricaba mi padre. Al cumplir la edad para que sea aceptada en el ejército. Ingrese pasando las pruebas con honores. La guerra había acabado pero Nivenia debía extendiendose hasta el orizonte.
En esa época yo era una niña comparada con los demás soldados. Y fui cuando vi al gran teniente de Nivenia, asesino de dragones lo llamaban por los caído en Lagaser por culpa de su espada. Salaman  el mayor soldado que tubo nunca Nivenia ni la casa real. Y yo debía ser mejor que él.

Los tambores tronaban y las flechas surcaban el cielo como si gotas de lluvia fueran. La tierra se tintaba de sangre y los hombre rezaban para ver el sol un día más. No llegamos a Lagaser las tropas de Nivenia nos encontraron antes y el estandarte del exterminador de dragones nos hiba a devorar. Me escondí entre los muertos. Y desde allí veía a mis concamaradas caer.
Alguien me levanto del suelo y me miraba con los ojos ensangrentado en sangre. En su brazo portaba el brazalete de thir y me gritaba traidor por esconderme mientras los demás luchaban. Sabía que significaba eso. Si sobrevivirámos a esta batalla yo sería juzgado y ejecutado por traición. Saque mi espada y el de una estocada me desarmó, pero su objetivo cambió, miraba al teniente Niveniano que despaldas nuestra observaba nuestras muertes. El thiriano me empujó y corrió para acabar con el exterminador de dragones, pero yo decidí que debía salir con vida. Agarre mi cuchillo y lo lancé dejando que solo el destino lo hiciera volar hacia mi mejor camino. Si era la muerte, tendría que aceptarla. Y el cuchillo se clavó, dando muerte al soldado thiriano. No supe que había hecho hasta que los ojos saltones de Salaman me miraban. Se acercó a mi. Me puso su capa y me susurro con su voz ronca, huye y vive si es que no te mata esta asquerosa tierra.

Mi carrera subía como la espuma de mar, era la mejor, la más diestra con el arco, pero un bache de ojos azules y pelo rubia como el oro se cruzo en mi camino. Enuhé, la hija de nuestro rey. Una niña caprichosa que hacía lo imposible para dejar en evidencia a la casa real. Robaba en los mercados y destrozaba la estatuas de su padre. El rey harto de su comportamiento buscó una guardaespaldas que la metiera en cintura, y me nombró su guardaespaldas o como yo lo veo la niñera de la princesa. Mi carrera militar se fue a la mierda.
Al paso del tiempo comprendí lo que ella veía y lo que descubriría.
En una de sus escapadas por el castillo, Enuhé dio con la torre más alta y de alguien que vivía allí. El preso aseguraba que era el hijo del rey, que Salaman se lo había asegurado y que no podía salir por su enfermedad. La historia no era creíble, el rey no tenía un hijo varón pero en su historia nombraba a Salaman. Fue lo primero que Le pregunté al teniente en cuanto lo vi. Él salía de la sala del trono después de tener una audiencia con el rey. Ya no tenía el brazalete de Nivenia en su brazo, había dejado los días de soldado por alguna razón. El solo me contestó el futuro de Nivenia se tambalea por culpa de un rey que heredó el apellido por nuestra reina. Por eso nuestro rey no quiere admitir que su hijo es el verdadero rey, pues su trono y todo el poder de Nivenia lo perdería en cuanto el pueblo lo sepa.

Y así comienza la historia. Los lazos de estos personajes se enredan. El amor, la muerte las batallas, la mano de los dioses y el cambio de tiempo. De Nivenia a Lagaser, de Lagaser a New York, Londres y Madrid. La muerte de Sachen, las lágrimas de fausto, la rivalidad inmortal de un padre y un hijo. Nivenianos, Lagasianos, dioses, humanos, brujas y demonios. Religión y política. La incertidumbre de quien mató a Rita y porque Crover vive o Salaman pierde la cordura. Todo eso se explica en la creación de una nueva orden. La orden más antigua que el mismísimo reino de Nivenia la orden de la hermandad de los hijos del pajaro de fuego.

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